Y tras la ceremonia que os mostramos aquí, hoy os desvelamos lo que fue la celebración del banquete y la posterior fiesta.
La iluminación era clave para dar ese aire especial y diferente que buscaban los novios. La localización era ya conocida por la mayoría de invitados por lo que querían sorprenderlos cambiando el ambiente habitual del Pazo. Para esto, diseñamos un ambiente mágico para la cena, en línea con la romántica ceremonia que se había celebrado previamente.
Largas tiras de pequeñas luces cruzaban el salón de un lado a otro junto con paredes de piedra cubiertas por cortinas de luz, para un efecto de lo más acogedor e íntimo. Para los centros de mesa, cristal y dorado con verdes, rosas y peonías. El aire fresco y actual lo aportaba el metacrilato, el cual también fue el protagonista del seating plan.
Para la fiesta, una candy bar llena de deliciosos dulces, y una zona de baile con una iluminación siguiendo la de la cena. Para multiplicar la luz de la zona y aportar movimiento, un cielo de globos gigantes, que cerraban el diseño de esta decoración tan especial, y que fue el escenario perfecto para el primer baile.
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Fotografía Jorge
Diseño, decoración y coordinación Con tacones y de boda
Dulces El taller de Ara
Flores Inbloom