Hacía tiempo que queríamos hablaros de las sesiones trash the dress, o lo que es lo mismo, una sesión de fotos pasada la boda en la que no importa como acabe el vestido, en la que se buscan fotos especiales y espectaculares sin preocupaciones. A nosotras nos gusta la idea por varias razones, la primera porque creemos que el día de la boda es para disfrutar con vuestros invitados, por lo si tenéis una sesión posterior podréis compartir el momento de los aperitivos con vuestra gente de una manera distendida. La segunda razón es que no hay límites en la sesión, ni de tiempo, lugar y las posibilidades se multiplican.
Y con este útlimo, el lugar, se puede jugar mucho. Por qué no preparar una sesión aprovechando un viaje a un lugar especial? O si vives fuera porque no hacer que tu residencia también forme parte del recuerdo… Sea como sea hay opciones maravillosas, y hoy os traemos un ejemplo de este tipo de reportajes que plasma a la perfección nuestra idea de trash the dress.
Nos decidimos por él porque capta estupendamente la esencia del lugar, de los novios y hace unas instantáneas increíbles. Él es Pablo Béglez, y desde que lo descubrimos hace un tiempo, sabíamos que él y sus fotos eran las que tenían que ilustrar este post. La sesión se realizó en Nueva York, lugar donde residen los novios y te atrae de principio a fin. Esperamos que la disfrutéis tanto como nosotras.
¿Qué os parece la idea? ¿Apostaríais por este tipo de sesión?