Hoy venimos florales a más no poder. Y si, sabemos que aún estamos en pleno invierno, pero nos apetecía hacer algo colorista, con energía y que nos ayude a pasar los días grises de lluvia que nos quedan, que por aquí en el norte, son muchos. Además no todas las bodas invernales tienen que ser en tonos oscuros, por lo que en esta ocasión vamos a apostar por colores como el rosa, un violeta azulado, verdes distintos y dorado.

En este caso la mesa se presenta para cuatro comensales pero perfectamente podría convertirse en una de tipo imperial o rendonda, las más habituales en los banquetes. Aunque nosotras hemos optado por incluir flores  tanto en el mantel, como en la vajilla y en el centro, son propuestas que funcionarían igualmente bien por separado como únicos protagonistas  junto con elementos menos llamativos y más sencillos.

Para el arreglo floral, optamos por unos preciosos tulipanes acompañados por jacintos y eucalipto, al natural y  tintado de dorado. El olor que desprendían era maravilloso, sobretodo por el jacinto que tiene un aroma muy especial. Por último, para dar un toque especial, añadimos una tarjeta de agradecimiento en cada sitio en la que los anfitriones o novios pueden escribir unas palabras a cada invitado, un detalle sencillo pero que siempre gusta mucho.

Fotografía: Lucía Naveiras para Con tacones y de boda

Agradecemientos especiales: Mónica y Rubén

¿Qué os parece nuestra propuesta? ¿Apostaríais por una decoración tan floral?