50 años de amor no son nada si son con el amor de tu vida, o quizás lo son todo, después de tantos momentos juntos.

Por eso, cuando hace unos meses nos propusieron ser partícipes de un día tan especial, en el que una pareja celebraba sus bodas de oro, nos emocionó la idea y nos pusimos a ello.

La intención era darle una sorpresa a los protagonistas del día preparándoles una ceremonia de renovación de votos y ambientando el banquete y celebración posterior.

Para ello, nos empapamos del otoño y utilizamos calabazas para llenarlas de flores, erizos y piñas para la mesa dulce y una alfombra de hojas para la ceremonia junto con sillas diferentes originales de los años 60.

Los tonos naranjas, amarillos y granates fueron los protagonistas junto a la luz de las velas y el color verde tan especial de las damajuanas.

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Fotografías de Lucía Naveiras para Con tacones y de boda

Dulces: El taller de Ara

¿Qué os ha parecido? ¿50 años son muchos o pocos?