Una boda en el campo, de esas que empiezan con baños en la piscina para sofocar el calor de un verano intenso. De esas que se comparten con los amigos desde primera hora de la mañana. Donde prima una comida distendida con barbacoa y pulpeira en directo. Donde la tarde se pasa entre dulces y cócteles. Y donde una fiesta hasta la noche y una cena informal son el final perfecto.
Y así fue, mesas imperiales llenas de flores con ese toque desenfadado que buscaban los novios. Fruto de una mezcla de flores románticas como las rosas inglesas o de jardín con otras más campestres como la zarzamora . Tonos pastel que contrastaban con el rojo hipnótico de las anémonas que aportaban dinamismo a las composiciones.
Un puesto de coctelería al más puro estilo sírvete tu mismo de mojitos y san franciscos daban paso a un día lleno de recuerdos. Momentos que quedarían plasmados en las polaroid que los invitados fueron realizando durante toda la jornada.
Y como guinda del pastel, una mesa dulce con deliciosos macarons, brownie y tartaletas entre otros, que hizo que alguno quisiera empezar ya por el postre.
¿Quién se apunta a una boda en el campo?
Muchas gracias a todo el equipo que lo ha hecho posible.
Fotografía: Lucía Naveiras
Localización: Casa de Barreiro
Diseño, decoración y arreglos florales: Con tacones y de boda
Dulces: The Moon Cake Bakery
Macarons: My Sweet Dream