Los días pasan, tu día se acerca, y buscas algo sencillo que se convierta en algo especial y de repente, te das cuenta,  ¡Resulta que lo tienes al alcance de la mano!. A veces ese «algo»  lo ves todos los días en tantas ocasiones que ni te das cuenta, pero tiene tantas posibilidades que es casi imposible no encontrarle ningún sitio en tu día B.

Ese algo no es otra cosa que el cristal, más concretamente las botellas o botes de este material, porque sirven para todo lo que te puedas imaginar y más (hasta el zapato de cenicienta era de cristal, así que ¡Fíense de ella que se llevó al príncipe!).
Los hay de todos los tamaños y formas, de colores, decorados con puntilla, tela arpillera o washi tape e incluso cubiertos de purpurina. Porque se pueden hacer mil y una maravillas con ellos y se adaptan a cualquier estilo, hoy os proponemos usarlos en grandes o pequeñas dosis en vuestra boda porque el cristal nunca está de más.

¿Qué os han parecido las botellas y botes de cristal como decoración? ¿Los Usaríais en vuestra boda?

Y ya sábeis, coged los tacones, y… ¡vámonos de boda!